Mejor, peor, igual. Son valoraciones muy subjetivas, en mi opinión.
Yo también tuve la Vogue entre mis candidatas junto con la 350D, la Xmax 300 y las Honda Forza y ADV de 350.
Antes de probarlas, hice todo lo que pude a distancia: leer especificaciones y manuales de cada una, crear tablas comparativas y poner datos de forma visual, pensar en los pros y contras desde mi punto de vista. Todo con datos concretos y lo que buscaba o creía que buscaba.
Luego empecé a leer y ver reviews de otras personas. Esta parte, con pinzas e intentando no ser influenciado demasiado por la opinión de otros porque, de nuevo, son puntos de vista personales y puede que distintos a los tuyos.
Lo que me ayudó en esta fase fue es descubrir esas pequeñas cosas que en los manuales no encuentras y, por repetición de algo en reviews hechas por partes no conectadas, descubrir opiniones similares sobre puntos específicos. Esto puede descubrirte, confirmarte o negar algo que ya tenías anotado en la fase de adquisición de datos.
Con los datos en la mano, lo que quería sentir en vivo de cada una y todas las preguntas que pudiese aún tener en el tintero, tocó la fase de pruebas y de escuchar lo que los concesionarios (vendedores y mecánicos) te cuentan.
Aquí es donde los datos en papel se te pueden ir al garete porque cuando te montas y la conduces, lo que parecía que no se convierte en un sí rotundo y viceversa. Te recomendaría también hacer tu propia review personal justo después de rodar con cada una. Puedes ponerlo por escrito, grabarte un audio. Lo que mejor te funcione. Pero esto te ayuda a no perder esa impresión que, en rodadas de unos treinta minutos, se va pronto de tu memoria.
No dudes en preguntar tanto al concesionario como buscar las respuestas tú mismo si después de la visita para la prueba surgieron nuevas dudas. Lo que sea hasta conseguir que con los datos en papel y la experiencia de conducción tengas todo lo que necesitas saber de esa moto como potencial adquisición.
Con todas probadas, es muy probable que una ya se desmarque o que, simplemente, hayas tenido un flechazo. Si el sentimiento, tus necesidades, los datos en papel y el presupuesto se alinean, deberías tener una decisión que ejecutar.
Ánimo con el proceso y si tienes preguntas sin respuesta, sobre todo objetivas, no dudes en preguntar por aquí.